La Virginidad Perpetua de Maria

La Madre de mi Señor, Lucas 1.43

La Virginidad Perpetua de María

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La Perpetua Virginidad de María es el Dogma Mariano más antiguo de la Iglesia, según el cual María fue virgen antes, durante, después del parto y no tuvo otros hijos.

Afirma la “real y perpetua virginidad incluso en el acto de dar a luz al Hijo de Dios hecho hombre”.

Aunque el dogma de María siempre Virgen no fue declarado sino en el siglo 7, la virginidad perpetua de la Virgen, era tema en la primitiva Iglesia inclusive antes del dogma María Madre de Dios. Esta era una creencia, aunque no dogma aún, desde el cristianismo primitivo.

La tradición de la Iglesia habla de una triple virginidad:

1. Virginidad antes del parto: es decir, María concibió a Jesús por obra del Espíritu Santo y sin intervención de varón.

2. Virginidad en el parto: María dio el nacimiento milagroso sin abertura del útero, y sin perjuicio para el himen.

3.Virginidad después del parto: “La escritura menciona a unos hermanos y hermanas de Jesús. La Iglesia siempre ha entendido estos pasajes como no referidos a hijos de la virgen María, en efecto, Santiago y José, “hermanos de Jesús” (Mt 13, 55) son los hijos de una María discípula de Jesús que se designa de manera significativa como “La otra María” (MT 28, 1). Se trata de parientes próximos a Jesús según una expresión conocida del Antiguo testamento” . .(cf. Catecismo de la Iglesia católica, n. 500).

Tanto en la lengua hebrea como en la aramea, no existe un término particular para expresar la palabra primo y que, por consiguiente, los términos hermano y hermana tenían un significado muy amplio, que abarcaba varios grados de parentesco.

Incluso después de su conducción a la casa de José, tras el nacimiento de Jesús, María se mantuvo como la madre virginal de Dios, dedicada por completo a su hijo y sin tener otros descendientes.

Ella, la virgen de Nazareth, es también la más plenamente consagrada a Dios, del modo más perfecto. Ella que como madre, lleva en sus brazos a Cristo, y realiza de modo más perfecto su llamado: sígueme, y lo sigue, ella, la Madre, como a su Maestro en castidad, pobreza y obediencia (R.Donum, 17)”

La Iglesia ha manifestado de modo constante su fe en la virginidad perpetua de María. Los textos más antiguos, cuando se refieren a la concepción de Jesús, llaman a María sencillamente Virgen, pero dando a entender que consideraban esa cualidad como un hecho permanente, referido a toda su vida” (JPII, 28-8-1996).

En efecto, el nacimiento de Cristo lejos de disminuir consagró la integridad virginal de su madre. La liturgia de la Iglesia celebra a María como la Aeiparthenos, la ‘siempre virgen’.” (CEC 499)

La virginidad de María manifiesta la iniciativa absoluta de Dios en la Encarnación. Jesús no tiene como Padre más que a Dios (cf. Lc 2, 48-49). “La naturaleza humana que ha tomado no le ha alejado jamás de su Padre. […] Consubstancial con su Padre en la divinidad, consubstancial con su Madre en nuestra humanidad, pero propiamente Hijo de Dios en sus dos naturalezas.” (CEC 503)

¿Qué importancia tiene para nosotros este dogma?

Lo extraordinario de la concepción y del nacimiento de Cristo hace que los cristianos veamos este hecho como lejano, extraño a nosotros. Sin embargo, este dogma nos invita a que valoremos la virginidad como complementaria de la vocación al matrimonio.

La virginidad de María y de todos aquellos que la viven en la comunidad eclesial nos recuerdan a todos que el destino último de la humanidad es el Señor. La opción de María por la virginidad, justamente en el contexto actual de creciente valor de la libertad y la sexualidad humana, ha de verse como una opción valiente en el contexto de una vida matrimonial: la donación primaria y total de amor a Dios no excluye el desarrollo de sus afectos y sexualidad, aunque la virginidad implique, sí, una renuncia a la genitalidad.

Bien entendida, la virginidad de María es un modelo inspirador para todos los cristianos, de cualquier estado de vida, que estamos llamados a vivir radicalmente disponibles a Dios y a conquistar la verdadera libertad en las relaciones personales.

Virgen según las escrituras y Padres de la Iglesia

Como lo muestran las escrituras, podemos soportar la virginidad de María:

Profeta Isaías: “ “He aquí que una Virgen concebirá y dará a luz un niño, a quien llamaran Emmanuel (Dios con nosotros) (Is 7,14)

San Lucas: en el evangelio nos dice al respecto: “ El sexto mes envío Dios al Ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una Virgen prometida a un hombre llamado José…. (Lc 1,26-27), en los dos textos se afirma la palabra Virgen.

También el Profeta Ezequiel 44, 1-4 y en el comentario de San Ambrosio Padre de la Iglesia sobre este texto se pregunta.” ¿Cuál es la puerta sino María?, y ¿por qué está cerrada? ¿Sino es porque es virgen? La puerta es María, por la cual entro Cristo en este mundo cuando fue dado a luz por un parto virginal y no avió los sellos de la virginidad. Esto permanecieron intactos cuando nació de la virgen aquel cuya excelsitud el mundo no pudo sostener” .

Ya En el año 107 San Ignacio de Antioquia describía la virginidad de María.   Y también fue mencionada por San Justino Mártir (siglo 2) y Orígenes (siglo 3).

Fuentes Bibliográficas: JUAN PABLO II, AUDIENCIA GENERAL, miércoles 28 de agosto de 1996