Introduccion a los Sacramentos

INTRODUCCIÓN A LOS SACRAMENTOS

Los sacramentos son fundamentalmente acciones de Cristo (CEC 1128) por eso la gracia sacramental no depende de la santidad del ministro, sino de Cristo que actúa por medio de él.

La palabra sacramento viene del latín SACRAMENTUM que literalmente significa, sacra: sagrado, mentum: medio, instrumento.

Los sacramentos son los medios de salvación que Jesucristo dejó en su iglesia para los hombres (CEC1114), que, si se reciben con buenas disposiciones, dan vida sobrenatural al alma, es decir nos dan la gracia santificante (CEC 1131), o nos la aumenta cuando ya estamos en gracia.

Cristo dijo «he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia» (Jn 10,10), pues esa vida divina es la que conocemos como «gracia divina»: la vida comunicada por Dios, a través de los sacramentos.

Son siete, de los cuales tres imprimen carácter (*), es decir, sello que indica propiedad, pertenencia e implica una adhesión definitiva. Este sello espiritual es indeleble, no se borra jamás, por eso solo se puede recibir una vez.

Los sacramentos se pueden ordenar de la siguiente manera (CEC1210):

INICIACIÓN CURACIÓN SERVICIO
Bautismo (*) Penitencia Orden Sacerdotal (*)
Confirmación (*) Unción de los Enfermos Matrimonio
Eucaristía

El sacramento de los sacramentos es la EUCARISTÍA, todos los otros sacramentos están ordenados a este como a su fin. Cada sacramento tiene su lugar vital en la vida cristiana, dan nacimiento, crecimiento, curación y misión a la vida de fe. (CEC1210 y 1211).

Para que haya sacramento se requiere:

  1. Un signo sensible.
  2. Instituido por Cristo.
  3. Que tenga la virtud de producir Gracia.

Elementos presentes en todo sacramento:

Materia: Objeto o gesto exterior visible y palpable.

Forma: Palabras que utiliza el ministro. Ministro: Persona que administra el sacramento. Sujeto: Persona que recibe el sacramento

El provecho espiritual del sacramento si depende de la disposición del que lo recibe. Cada sacramento añade una gracia específica a la gracia ordinaria según los fines de cada sacramento.

“No descuidemos nuestra vida sacramental, es ahí donde Dios nos hace llegar su gracia”