ASUNCION DE LA VIRGEN MARIA

ASUNCION DE LA VIRGEN MARIA

El dogma de la Asunción de la Virgen María tiene un gran fundamento en documentos, pasajes bíblicos y estudios teológicos.

El 1 de mayo de 1946 se preguntó a los obispos sobre la oportunidad de definir el dogma en la enciclica Delparae Virginis Mariae y la respuesta fue unánime. Por lo tanto el 1 de noviembre de 1950 Pio XII nos lo dio a conocer en la encíclica Munificentissimus Deus (en latín, ‘Benevolísimo Dios’) en ella se recogen los pasajes bíblicos y las afirmaciones de algunos teólogos y doctores de la iglesia (Juan Damasceno, Antonio de Padua, Alberto Magno), sin embargo tal y como expresa el documento “es que la Inmaculada Madre de Dios siempre Virgen cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial”, con esto se avala más bien en la Fe viva y constante del pueblo que constituye la motivación de la proposición de la Asunción de la Virgen María.

En el Catecismo de la Iglesia Católica en el numeral 966 nos dice: “Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada libre de toda mancha original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del cielo y elevada al trono por el Señor como Reina del Universo, para ser conformada mas plenamente a su hijo, Señor de los Señores vencedor del pecado y de la muerte y vencedor del pecado y de la muerte…… La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación particular de la resurrección de su hij0 y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos.

En la Biblia conseguimos el siguiente texto en el libro del Apocalipsis (Apoc 12, 1) “Apareció en el cielo un signo sorprendente: una Mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies y tocada con una corona de doce estrellas.”

Esa mujer del apocalipsis es el arca que vio Juan en el Templo de Dios, es decir en el cielo, de manera que aquí se identifica a María con el Arca de la nueva alianza. Algo que si lo vemos tiene su sentido, pues el arca contenía el maná, el pan de Dios al pueblo de Israel, María llevó en su seno a Cristo, el arca contenía la vara de Aaron, María contenía en su seno al Sumo y Eterno Sacerdote, el arca contenía las tablas de la Ley, María contenía la Ley, la Palabra de Dios echa carne (Juan 1,14). Si Juan ve el arca en el Cielo y lo identifica con mujer, quiere decir vio una mujer, la que dio a luz a Cristo Apoc 12,5 su Madre, María Santísima. Esto probaría el dogma en las escrituras.

¿Qué es la Asunción de la Virgen María?

La Virgen asciende en cuerpo y alma al Cielo. Es un dogma de Fe. No nos toca el tema de como murió, de que enfermedad, ni en que tiempo. Nos habla del cuerpo y Alma de la Virgen que fueron glorificados al termino de su vida terrenal. Es importante recalcar la palabra ASUNTA, es decir, fue llevada, no subió por su propio poder, fue su Hijo el amado quien la subió. En su asunción se enseña como nosotros también resucitaremos y como participamos de la Resurrección de Cristo, sin embargo, nosotros haremos esto al fin de los tiempos mientras María por su privilegio y singular gracia fue la primera en participar de esto.

La resurrección de los cuerpos será al final de los tiempos, pero en el caso de la Virgen María este hecho fue anticipado. Ella no experimento corrupción de su cuerpo al final de su vida terrena por un privilegio especial de Dios, fue Asunta al cielo. Donde reina y vive gloriosa junto a Jesús.

En el Prefacio de la Asunción rezamos: “Hoy ha sido llevada al Cielo la Virgen Madre de Dios. Ella es figura y primicia de la Iglesia que un día será glorificada. Ella es consuelo y esperanza de tu pueblo, todavía peregrino en la tierra. Con razón no quisiste, Señor, que conociera la corrupción del sepulcro la Mujer que, por obra del Espíritu Santo concibió en su seno al autor de la vida”

San Josemaría nos invita a meditar con el siguiente texto: La Asunción de Nuestra Señora nos propone la realidad de esa esperanza gozosa. Somos aún peregrinos, pero Nuestra Madre nos ha precedido y nos señala ya el término del sendero: nos repite que es posible llegar y que, si somos fieles, llegaremos. Porque la Santísima Virgen no sólo es nuestro ejemplo: es auxilio de los cristianos. Y ante nuestra petición —Monstra te esse Matrem-, no sabe ni quiere negarse a cuidar de sus hijos con solicitud maternal.

Esta fiesta se celebra el 15 de agosto.

Bibliografía.